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INTERIOR

El caserío, ambientado en los años 50 años, tiene 9 habitaciones, todas ellas con techos altos y lámparas de araña. Ofrece además un salón de invierno y uno de verano; incluso una capilla.

 

Ofrece además una entrada espectacular con una esbelta escalera que se divide en dos a mitad del recorrido, abrigada por un techo con unos frescos y que nos recuerda a la que se encuentra en el famoso Casino de Madrid.

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